Reinterpretación del escudo de armas de los Lannister / Fotos originales: rtve |
¡Ay, Doc!, la que has liado. Intento
escribir y no soy capaz de ver más allá de tu felino patatero de
bigotes de lujo y gusto por el marisco. El esplendor del “León
come gamba” (LCG) de Alberto ha eclipsado el resto de un programa
que puedes ver aquí (en el hipotético caso de que vivas en otro
planeta y no sepas de lo que estamos hablando). Pero vivimos otros
momentos entrañables, como el sentido recuerdo de Sally a las chaperoninas de Jorge o la capacidad de gesticulación de Pablo, que
tiene el infarto a punto de nieve. Todo regado con litros de lágrimas
cosecha del 2015 en una nueva y deslactosada crónica gastrocatódica.
Quique Dacosta trabajando en el mero / Fotos originales: rtve |
Momentazos:
- Doc, en su época antes de LCG, cuando no conocía el escarnio público y su imaginario aún giraba entre unicornios y purpurina: “Que te den el pescado con los ojos, las aletas, con la piel y que te digan, ¡ale!”. ¿Qué esperabas, criaturica? ¿Un mero fileteado?
- La discalculia de Pablo (For President): “No tiene una, ni dos, ni tres, si no ¡tres estrellas Michelín”.
- Antonio y su quimifobia melómana: “La xantana, mejor que se dedique a la guitarra”, Jaaaaaajajaja. Luego le afearon que cocinara con mantequilla: “En su tierra no hay aceite de oliva”, soltó Jordi.
Antonio habla igualito que Gazpacho, de Los Fruittis / Fotos originales: rtve |
- Doc y su sobredosis de homenajes. Confesó que iba a homenajear en cada programa a una familia profesional del sector agroalimentario. Solo ha podido hacerlo con agricultores y pescadores. Cachis.
- Encina y su punto de cocción. Para la abueli de la edición, el mero estaba perfecto. El Jurado le aseguró que estaba crudo. Encina no habría reconocido su fallo ni aunque el mero se hubiera levantado y dado las buenas noches a los presentes.
- El caso de Raquel y las cañaíllas crudas. Si tienes la mala suerte de encontrar en la cesta random un ingrediente al que tú llamas caracola y reconoces que tienes un par de ellas como decoración en una estantería, mal empezamos. “Creo que ese bicho, así como está, no se lo puede comer ni Pepe”, le espetó Jordi. Pepe busca un dentista en la sala. Estamos salvados: Andrea es odontóloga y Raquel, protésica. Aunque la navarra promete el arreglo gratuito de sus coronas dentales, nadie se atreve a probar la cañaílla a la textura de hormigón.
- Kevin y su duro trago con el mero. En uno de sus platos lo presentó sin cocinar, con un toque de soplete. Tardó su buen rato en conseguir comerse el trocito gomoso de pescado. Mientras, Mila se partía de risa.
- Carlos, que probó su primer percebe y cocinado por él. Pepe le engañó para que lo mordiera sin pelar, a lo que Carlos le espetó: ¡Que ca...! Ya te vale, Pepe.
"Cuando gane los 100.000 pavos de Masterchef ya comeré percebes, ya comeré" / Fotos originales: rtve |
- Carlos y el encanto de su verborrea de mercadillo. Cuando presentó sus platos dijo: “Esto es a lo que iba, esto ha sido el susto y esto ya ha sío la...”.
Los mejores fueron Pablo (For
President) y Carlos, por lo que se erigieron como capitanes para el
reto grupal. El equipo del programa se trasladó a L´Ametlla de Mar
(Tarragona) para conocer la pesca sostenible del atún rojo y el arte
del ronqueo (despiece del atuncito rico) de la mano de Pere Vicent
Balfegó. También nadaron entre atunes. Si fuera yo, habría
intentado morder uno. Ñam. Fresco, fresco.
Yo nadando entre atunes |
Tras conocer de dónde proviene tan
precioso bicho, llegó el desafío real, cocinar el el AbaC,
restaurante de Jordi, para distintas personalidades catalanas como
los Tricicle, Custo Dalmau, Candela Peña, Leticia Dolera,
Carles Pujol o el inmortal Jordi Hurtado.
El equipo rojo, compuesto por Carlos,
Kevin. Antonio, Fidel, Encina, Raquel y Víctor, preparó tartar de
atún con mayonesa de wasabi, huevo poché y crujiente de pan y
marmitako.
El equipo azul, formado por Pablo,
Mireia, Andrea, Sara, Alberto, Lidia y Sally, elaboró atún
encebollado con papas arrugás y chips de ajo y tataki con verduritas
y salsa ponzu.
Momentazos:
- Encina descubriendo el sashimi.
No sufráis, no se come sus manecicas, es atún cortado fino, fino / Fotos originales: rtve |
- Sally, la nueva reina del naming extremo: “La salsa creo que se llama Konfu-panda o algo así”.
- Encina, a lo conde-duque de Olivares, gobernando el equipo rojo a espaldas del capitán y asegurando que se limita a cumplir órdenes. ¡Dale candela!, rugía la abueli a sus súbditos.
- Pablo destrozando el huerto de mini-verduritas (qué redundante, si son mini, son “-itas”) de Jordi.
Te descuidas y te expropian el huerto para construir una autopista intergaláctica
/ Fotos originales: rtve |
- Andrea Nostradamus: “Tengo un don. Que veo cuándo hay que sacar las cosas del fuego”.
- Carlos exasperado con el corte del atún: “Cachos como cabezas no hay que echar”. Aforismo. Se retrasaban en el emplatado. El capitán se desgañitaba: "¡Los crujientes, pa´rriba, los crujientes, altooos!".
- En pleno frenesí, Buenafuente y Silvia Abril entraron en las cocinas. Los concursantes no les hacían ni caso. “Nunca he tenido la sensación tan clara de que estás molestando”, dijo el cómico.
- Samatha de España pronunciando “huevo poché”: “Huevo possshéeee”.
Habla fino con Samantha / Fotos originales: rtve |
- Aparece el primer pelo en plato de la temporada. En el tataki de los azules.
- Pablo despliega una galería de muecas de desesperación tan rica y compleja, que Jim Carrey ha sufrido una bajona de autoestima al verla. Después, lloró. “No te caigas como una frutita madura”, aconsejó Jordi a #CryingPablo.
El Jurado decidió que el equipo rojo
fuera el ganador a pesar de que están acochinados: metieron la
cuchara chuperreteada en el marmitako y lanzaron los trozos de atún
al guiso de mala manera. Se salvaron y asistieron estupefactos desde
la galería al espectáculo que estaba por venir en la prueba de
eliminación.
Sally se quejó amargamente ante El
Jurado. No se siente valorada. Y en este punto, Jordi desató la
tragedia con una frase: “No eres un león, eres una seta. Y
queremos leones”. Después se dirigió a Alberto para preguntarle
su horóscopo: “Leo”, dijo Doc, que asimiló a su manera la
metáfora del león y acabó poseído por el espíritu de la
creatividad fallida.
Imbuidos por el espíritu homenajeador
de Doc, los responsables del programa rindieron tributo a la cultura
española con una bandera hecha de alimentos. Los aspirantes tuvieron
que cocinar con ingredientes de un solo color: rojo o amarillo. El
color lo determinaba el azar y, claro, a nadie le tocaba el que
quería.
Abanderados del fogón / Fotos originales: rtve |
Momentazos:
- Sally rememorando la chaperonina de Jorge en su plato. Punto para ella. Soy muy fans de la chaperonina.
- Alberto explica a Pepe que va a esculpir una cabeza de león en una patata hervida a la que añadirá una melena de pimientos. Pepe le espeta: “No estarás tomando ninguna sustancia extraña”. Pues no. Es joven e inconsciente. Piensa de verdad que va a triunfar con su maestría en el arte del vaciado artístico de tubérculos.
El doctor Alberto Frankenstein documenta el nacimiento de la criatura / Fotos originales: rtve |
- Las frases del pequeño Doc, vistas en retrospectiva producen una mezcla de pena e hilaridad: “Si quieren que sea un león, seré un león” o “Mi plato es una declaración de intenciones”, se convirtieron en epitafios de la dignidad televisiva de Alberto.
- Pepe, sin querer, se marcó un Maggie la Rana y profetizó que Doc estaba haciendo “El plato del año. El plato de todos los Masterchef”. Pues sí, Pepe, aunque te pese.
- Los concursantes salvados esperando ansiosos a que Pablo se arranque a hablar solo. Regocijo general cuando lo hace.
- Andrea y su pollo sushi. Ella se defendió diciendo que “no estaba crudo 100%”. Errr, el pollo crudo, para ti, Andrea. No es “chiquimono” como dices, es un arma biológica.
- Lidia y su guarnición que es más grande que el elemento principal. En resumen, El Jurado le pide que sea más alumna y menos maestra: “Esto no es Mastersalud o Masternutrición”. Ella opina que “una cosa es humildad y otra sumisión”.
- Pablo hace un buen plato. Pablo llora y hace un alegato pro-compañeros. Los compañeros no se fían de él ni de su voz quebrada. Pablo #mastercry
Pablo sazona sus platos con lágrimas / Fotos originales: rtve |
Y llegó EL MOMENTAZO MÁS MOMENTAZO. Alberto presenta su “León
come gamba” al Jurado. El resultado final, un leoncito tierno de
mirada perdida, desató la ira de Pepe y Jordi. Los grados de
dramaqueenismo se disparan. “Esto es un insulto a la
inteligencia, un insulto al jurado y un insulto a las 15.000 personas
que se quedaron fuera”, le soltó Pepe. “En mi vida he visto una
marranada como ésta”, le dijo Jordi”.
Decidieron expulsar directamente a
Alberto, que acabó sumido en un mar de lágrimas mientras se
disculpaba y se castigaba: “No sé si voy a cocinar después de
esto”. “Después de esto me voy a esconder en un pozo y no voy a
salir en dos años”. Más lágrimas. Eva González intentó
arreglarlo animando al pobre Doc en plena crisis nerviosa a que se
declarase a una chica. Un momento muy oportuno. Eva le iba dando
regalos. Alberto hipaba sin hacer el más mínimo caso. Drama. Jordi y Samatha acudieron a consolarle pero no había nada que hacer. Su corazón se quedó hecho brunoise.
El momento en el que Alberto se autocondena al ostracismo / Fotos originales: rtve |
Lo que no se esperaban en Masterchef
fue la revolución causada por Alberto en Twitter. #leoncomegamba se
convirtió en Tending Topic durante horas. Los memes con el felino se
multiplicaron y las marcas se lanzaron a las redes sociales para
aprovechar el tirón de un fenómeno que el propio Alberto ha sabido gestionar muy inteligentemente. Te esperamos en la respesca, Doc.
El pollo del espacio exterior de Masterchef no entiende nada / Fotos originales: rtve |
como siempre genial...me encanta este #mastercry, me parto con Pablo sazonando sus platos con lágrimas!
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