lunes, 6 de octubre de 2014

Top Chef 4: Camela osmotizada al fino aroma de barbacoa golpista

Marc Jong-Li, en modo GPS / Fotos originales: Atresmedia
No ganamos para disgustos. Se nos ha ido Teresa, a la que yo veía entre los finalistas. Aunque antes de su marcha, pasaron muchas cosas delirantes en Top Chef que puedes ver aquí y que vamos a comentar en una nueva y deslactosada Crónica Gastrocatódica.

La Prueba de Fuego, con la que un concursante consigue la inmunidad, se desarrolló en una gasolinera. Todo un desafío, ya que tenían que cocinar con los productos que se pueden conseguir en un área de servicio. Un canto a grasazas saturadas, bollos industriales y comida de bote. Contaban con un “camping-gas”. ¿Sería esta prueba un homenaje a las guarrindongadas de David de Jorge que acaba de estrenar programa en la competencia?

¿Dónde decís que está la cámara oculta? / Fotos originales: Atresmedia 
Momentazos:
  • Víctor: “Tenía muy claro la clase de guarrada que quería crear”. Susi no le escogió entre los mejores, lo que le dejó perplejo.
  • El Niño Probeta pidiendo a la dependienta un cedé de Camela “o la peli porno esa” para emplatar. ¡Lo hace en la Art Basel y los coleccionistas pagan millones!
  • Honorato y su sobrasada con zumo de piña. Puaaag. Me recuerda a cuando éramos pequeños y creábamos marranadas imposibles en los cumpleaños. Que si patatas y gusanitos mojados en Casera Cola, que si mortadela con aceitunas y tarta. Susi le señaló su barroquismo: “Honorato, a ti lo de hacer montoncitos... siempre que te veo cocinar te veo siempre como platitos compuestos”.

Destacaron los platos de Teresa, Marta, David y el Niño Probeta, que finalmente se alzó con la inmunidad y obtuvo una ventaja para la siguiente prueba. 

Sueño contigoooo y la inmunidad me han dadoooo. El poder de Camela llevó a Carlos a la victoria / Fotos originales: Atresmedia

En el autobús de vuelta especularon con la posibilidad de que Carlos tuviera que formar los grupos. “No voy a ir a jo... a nadie”, aseguró la furia valenciana. Su eterno archienemigo no articuló palabra en todo el trayecto: “he hecho el viaje en silencio porque estaba cansado y que oía muchas tonterías. Y para hablar por hablar tampoco me gusta”. Dijo a cámara Marc.

Para el reto por equipos se trasladaron a la finca Jiménez Barbero, paraíso del vaquitafílico medio. Debían preparar una barbacoa para cien estadounidenses con dos piezas distintas de vacuno: lomo y espaldilla. Los grupos se conformaron al azar. Cada uno tenía la potestad de elegir al capitán del contrario. Rebeca fue la capitana de los naranjas. Carlos pudo escoger equipo y se fue con su amigo Víctor y con Marc Jong-Li, de nuevo al mando por voluntad del enemigo. Cómo se reían Marta e Inés cuando optaron por Querido Líder. Chicote le espetó: “Después de la experiencia en Galicia, ¿Quieres repetir?” y Marc Jong-Li, asumió su destino sin achantarse. Por supuesto le cayeron zurriagazos por todas partes.

Momentazos:
  • Ambos equipos, raudos en mandar a dos miembros a despiezar carne. ¿El problema? No hablaron sobre el plato que iban a prepararar, ergo cortaron la carne como les vino en gana y esto les pasó factura.
El ballet de las espaldillas  / Fotos originales: Atresmedia 
  • El boicot interno a Querido Líder: “La decisión de mandar a Marc al despiece ha sido por quitárnoslo de encima”, razonaba su equipo. Yayo vaticinó: “Va a haber un golpe de estado”. Claro que lo hubo, con el Niño Probeta comandando. Tan descarado era, que Víctor, ésa criatura con sentido común, advirtió a QuimiKarlos de que debía deponer su actitud totalitaria. “Es muy difícil ejercer de jefe de equipo con estos compañeros”, se quejaba Marc. Nadie dijo que liderar a las masas fuera cómodo.
  • Honorato, el conde de la Tramuntana, que nos desveló sus dotes de cheerleader en la sala de despiece: “¿Somos leones o somos huevones? ¿Qué somooooos? ¡Leoneeeeeees!”
  • Susi, sobre el presunto rosbif del equipo naranja: “Me suena más raro que un gato con escayola”. Susi, un gatete escayolado, más que ser raro, da mucha pena.
  • Marc Jong-Li odia profundamente la ensalada de col de su equipo. Niño Probeta le inquiere: “¿Qué te ha parecido la decisión?" Querido Líder hizo acopio de todo su recién adquirido autocontrol y contestó: “Lo veo perfecto. O sea, perfecto. Casi ha sido telepatía”. De nuevo, ante la cámara salió a relucir su verdadera opinión: “yo era el jefe de equipo honorífico. Como Johan Cruyff en el Barça”. Se fue confiando y como todo buen villano, reveló sus planes de dominación: “Mi estrategia, quizá, es ir dándoles de comer y que estén tranquilitos. Luego, cuando sea el momento, ya clavaré el cuchillo donde lo tenga que clavar”.
  • Rebeca y sus titánicos esfuerzos por controlar la dispersión de Honorato, que además se empeñó en llamarla Teresa. “Honorato tiene un ligero problema a la hora de escuchar”, afirmó la capitana mientras ejercía de martillo pilón con el mallorquín.
  • Honorato y sus estrategias para ganarse “la confianza de los clientes”. Primero intentó bailar country al son de la banda Cañones y Mantequilla. Luego, le contó a una moza californiana que una vez lo expulsaron de allí. Jajajaja, la cara de estupor de la chica fue tremenda. Nuestro Honorato tuiteó que le echaron de California ¡por bailar!
Honorato perfeccionando sus dotes de animador  / Fotos originales: Atresmedia 
  • Los filetes con aliño “español” del equipo gris. Tristones, grises, secos.
A la hora del veredicto, Chicote reprendió al equipo naranja por su falta de organización y al gris por no haber respetado la capitanía de Marc Jong-Li. El equipo gris perdió y tuvo que enfrentarse a la Última Oportunidad. El invitado fue el chef con Estrella Michelín Víctor Gutiérrez, que les introdujo en el mundo de las carnes exóticas. De origen peruano, elaboró un plato de guanaco con quinoa y cacao. El bicho parecía bien tierno al cortarlo. Para permanecer en el programa, los competidores tuvieron que cocinar una carne raruna seleccionada al azar. Víctor preparó cebra; Fran, alce; Teresa, bisonte; David, camello y Marc, un adorable cangurito.

Víctor Gutiérrez segundos antes de merendarse un unicornio  / Fotos originales: Atresmedia
Momentazos:
  • Chicote le pregunta a Teresa que si le suena el bisonte. Ella responde: “A los abrigos”.
  • Chicote explicando todas las perrerías a las que sometió a las semillas de papaya para convertirlas en algo comestible. Víctor empleó media hora para elaborar su salsa de pepitas de papaya. El Jurado estaba expectante, pero al final, "mucho lirili y mú poco lerele".
  • Teresa no encontró los huevos para elaborar su coca. Tan simpática anécdota dio lugar al típico chascarrillo del “te enseño los huevos”. Además, su tartar no estuvo muy acertado: “te has llevado un bicho de seiscientos kilos por delante”, le reprochó Chicote.
  • Las lindezas de El Jurado a Marc Jong-Li. Chicote le preguntó por la motosierra con la que había descuartizado al (pobre y adorable) marsupial. Susi, con bastante guasa, le señaló el trabajo que había realizado “cociendo sus bolitas”.
  • El platazo que se marcó David, a pesar de que algunas de sus explicaciones estaban demasiado rebozadas en Mimosín, él es así de ternico. Su “camello en el desierto” triunfó ante El Jurado, que lo nombró mejor plato. Y ya os digo, a pesar de que dijo que la remolacha “quiere simbolizar un poquito la sensualidad, la feminidad de las mujeres árabes”. Epatada sigo.
La cara de David lo dice todo  / Fotos originales: Atresmedia 
 Teresa y Marc obtuvieron los peores resultados y El Jurado decidió que fuera la manchega la eliminada. ¡Qué pena! Me gustaba su estilo, su discreción y sigo pensando en el atascaburras que preparó. Como cabía esperar, el recibimiento a Marc Jong-Li en el almacén fue gélido, en contraste con los aplausos a Teresa.

Intrigas palaciegas, próximamente en Top Chef  / Fotos originales: Atresmedia 
¿Vosotros qué opináis? ¿Habrá nuevos giros sociopolíticos en la venidera Guerra de Restaurantes? ¡Espero vuestros comentarios!

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