Niños del verano: el trono lo ocupan las sopas frías |
Queridas criaturillas deslactosadas: ha
llegado el verano y con él esa agonía que te entra por el cuerpo
ante un plato caliente de... lo que sea. Apetece dejarse llevar por
lo que nos ofrece el campo, frutas, verduras, hortalizas, que
alcanzan su mejor puntito en estas calurosas fechas.
Ingredientes:
- 600 gramos de tomates maduros.
- 200 gramos de cerezas.
- Una manzana, si es un poco ácida, mejor.
- Pan duro. Si tienes hogaza, mejor, pero al ser una receta de aprovechamiento, el que tengamos en casa.
- Uno o dos dientes de ajo, al punto Van Helsing que os apetezca.
- Un buen aceite de oliva virgen extra (AOVE). Para esta receta he usado Supremo.
- Vinagre. He puesto uno de Jerez, pero también puedes usar de manzana o blanco.
- Sal.
Utensilios de guerrilla (si tienes un
buen procesador, pues... me das envidia. Un poquito):
- Una batidora. En mi caso es de brazo y debilucha, pero si bates bien, se consigue una textura bien emulsionada.
- Colador fino y cucharón o cazo.
Elaboración paso a paso:
Lavamos bien los vegetales. Troceamos
los tomates y los echamos a un recipiente amplio para batir luego. No
hace falta pelarlos, ya que colaremos.
Descorazonamos la manzana y cortamos a trozos. Lo añadimos al tomate.
Quitamos el hueso a las cerezas. Si
tienes el gadget para hacerlo, te ahorrarás tiempo. Yo probé el
truco de usar una pajita de refresco, pero no son vidriagón
precisamente y se doblan. Así que con cuidado, paciencia y una
puntilla, cortamos por la mitad la cereza, giramos para liberarla
del hueso y con el cuchillo lo sacamos de la otra mitad. Y así con
todas. De nada. Las vertemos en el bol.
¡Spoiler, escabechina! Las cerezas salpican como si Dexter Morgan se hubiera paseado por vuestra cocina |
Pelamos el ajo y picamos. Al bol.
Batimos muy bien. Para ayudarnos
podemos poner un chorrito de agua, pero sin pasarse, que tiene que
salir espeso.
Cortamos el pan, sacamos la miga y picamos pequeñita la corteza. Yo pongo más miga que
corteza. Remojamos con un poco de agua fría.
Colamos bien la mezcla y añadimos la
miga remojada y escurrida.
Añadimos sal y vinagre y batimos de nuevo muy bien.
Cuando no queden grumos, es el momento
de emulsionar con el AOVE de vuestra elección. Lo verteremos a hilo
sobre el salmorejo, como si hiciéramos una mahonesa. Yo prefiero
usar la velocidad baja de la batidora para hacerlo. Si tienes un vaso de batidora alto y estrecho, emulsionará mejor.
Cuando tenga la consistencia que nos
guste, rectificamos de sal y vinagre si es necesario.
Yo lo he presentado con unas cerezas
como guarnición, porque están de muerte. Pero se pueden añadir
unos piñones tostados, almendras e incluso unas hojas de albahaca
fritas servidas justo en el momento de comer.
Y vosotros: ¿tenéis una receta de
salmorejo infalible? ¿Me matarán mis amigos cordobeses por
perpetrar esta receta? Espero vuestros comentarios con deslactosada
ilusión.
Esta receta está dedicada a mi querida Gracielíssima, güejareña de raíces. Y su Bello Marido. Biutis, que sois unos biutis. O deseo lo mejor en esta etapa que os viene.
Esta receta está dedicada a mi querida Gracielíssima, güejareña de raíces. Y su Bello Marido. Biutis, que sois unos biutis. O deseo lo mejor en esta etapa que os viene.
¡Feliz entrada de verano!
Buena pinta mnnnnn. Ya te comentare como me sale Gracias
ResponderEliminarSeguro que te ha salido genial. Además con este calor solo apetece comer cosas fresquitas.
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