La versión light es igual pero sin panceta ni patatas fritas |
Esposo no puede vivir sin patatas, le
gustan en todos sus formatos y preparaciones. Así que he aprovechado
el fin de semana para hacer esta receta que no es precisamente light,
pero que está muy rica: unas patatas con panceta muy fáciles de
preparar y sin lactosa, como todas las recetas del blog.
- Cinco patatas medianas.
- Cuatro lonchas gruesas de panceta fresca.
- Tres dientes de ajo.
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE).
- Una ramita de perejil fresco.
- Una cucharadita (de las de café) de pimentón del que prefieras, dulce, picante o agridulce. Mi favorito es el agridulce.
- Comino molido al gusto. Yo le pongo poquito, para que no predomine, la punta de un cuchillo.
- Zumo de limón.
- Sal.
Elaboración:
Cortamos las patatas en dados o rodajas
gruesas. En una sartén, las freímos en abundante aceite hasta que
estén prácticamente hechas. Escurrimos en papel absorbente y
reservamos.
Partimos los ajos por la
mitad, retiramos el germen y los introducimos en la picadora, o
picamos a mano. Reservamos. Inciso. Lo que yo suelo hacer es hacer en
una tanda bastante cantidad de este “majaíllo”. Lo meto en un
bote con AOVE y al frigo. Así se conserva bien y no tienes que
preparar cada vez este aliño tan socorrido.
Troceamos la panceta en
trozos de bocado. En una sartén, ponemos un poco de aceite y cuando
está muy caliente, freímos la panceta. Aquí es importante apretar
el botón del pánico: la panceta, sobre todo cuando empieza a estar
lista, ¡SALTA! ¡Está viva! Como queremos que suelte la grasa y se
dore un poco, tendremos a mano una tapadera para protegernos del
aceite burbujeante. Yo he avisado. Cuando esté algo dorada,
escurrimos y reservamos.
Y ahora llega la parte más
“foquil” de la receta. En la sartén con el aceite y la grasilla
de la panceta, que estará retirado del fuego pero caliente todavía,
añadimos el pimentón para que se cocine unos segundos. Muy poco que
se quema y amarga. En un bol vertemos ese aceite, el majado de ajo y
perejil, el comino y la sal al gusto y unas gotas de zumo de limón.
Mezclamos bien y pasamos al paso definitivo.
Con el horno previamente
precalentado (diez minutos a 180º en mi horno, pero vosotros
conoceréis el vuestro mejor), disponemos en una bandeja (la mía es
de barro) las patatas y la panceta. Vertemos nuestro power-aliño y
horneamos unos ocho minutos, o hasta que las patatas y la carne estén
bien doradas.
¡Que aproveche! Si haces esta receta deslactosada y quieres dejarme un comentario, me hará mucha ilusión.
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