domingo, 21 de junio de 2015

Winter is... lejos: receta paso a paso y sin lactosa de salmorejo de cerezas

Niños del verano: el trono lo ocupan las sopas frías
Queridas criaturillas deslactosadas: ha llegado el verano y con él esa agonía que te entra por el cuerpo ante un plato caliente de... lo que sea. Apetece dejarse llevar por lo que nos ofrece el campo, frutas, verduras, hortalizas, que alcanzan su mejor puntito en estas calurosas fechas.

Esposo vino de la plaza el otro día con unos sabrosos tomates de la Vega de Granada, y unas cerezas de Güejar Sierra, de fama bien merecida. Crujientes y gordas. Así que decidí preparar un salmorejo con cerezas, que ha sido muy celebrado en casa, así que lo comparto con vosotras. Como todas las recetas de este blog, está libre de lactosa. En esta ocasión también es una elaboración vegana.


Ingredientes:
  • 600 gramos de tomates maduros.
  • 200 gramos de cerezas.
  • Una manzana, si es un poco ácida, mejor.
  • Pan duro. Si tienes hogaza, mejor, pero al ser una receta de aprovechamiento, el que tengamos en casa.
  • Uno o dos dientes de ajo, al punto Van Helsing que os apetezca.
  • Un buen aceite de oliva virgen extra (AOVE). Para esta receta he usado Supremo.
  • Vinagre. He puesto uno de Jerez, pero también puedes usar de manzana o blanco.
  • Sal.

Utensilios de guerrilla (si tienes un buen procesador, pues... me das envidia. Un poquito):
  • Una batidora. En mi caso es de brazo y debilucha, pero si bates bien, se consigue una textura bien emulsionada.
  • Colador fino y cucharón o cazo.

Elaboración paso a paso:

Lavamos bien los vegetales. Troceamos los tomates y los echamos a un recipiente amplio para batir luego. No hace falta pelarlos, ya que colaremos.


Descorazonamos la manzana y cortamos a trozos. Lo añadimos al tomate.


Quitamos el hueso a las cerezas. Si tienes el gadget para hacerlo, te ahorrarás tiempo. Yo probé el truco de usar una pajita de refresco, pero no son vidriagón precisamente y se doblan. Así que con cuidado, paciencia y una puntilla, cortamos por la mitad la cereza, giramos para liberarla del hueso y con el cuchillo lo sacamos de la otra mitad. Y así con todas. De nada. Las vertemos en el bol.

¡Spoiler, escabechina!
Las cerezas salpican como si Dexter Morgan se hubiera paseado por vuestra cocina

Pelamos el ajo y picamos. Al bol.

Batimos muy bien. Para ayudarnos podemos poner un chorrito de agua, pero sin pasarse, que tiene que salir espeso.


Cortamos el pan, sacamos la miga y picamos pequeñita la corteza. Yo pongo más miga que corteza. Remojamos con un poco de agua fría.


Colamos bien la mezcla y añadimos la miga remojada y escurrida.

Añadimos sal y vinagre y batimos de nuevo muy bien.


Cuando no queden grumos, es el momento de emulsionar con el AOVE de vuestra elección. Lo verteremos a hilo sobre el salmorejo, como si hiciéramos una mahonesa. Yo prefiero usar la velocidad baja de la batidora para hacerlo. Si tienes un vaso de batidora alto y estrecho, emulsionará mejor.


Cuando tenga la consistencia que nos guste, rectificamos de sal y vinagre si es necesario.

Yo lo he presentado con unas cerezas como guarnición, porque están de muerte. Pero se pueden añadir unos piñones tostados, almendras e incluso unas hojas de albahaca fritas servidas justo en el momento de comer.


Y vosotros: ¿tenéis una receta de salmorejo infalible? ¿Me matarán mis amigos cordobeses por perpetrar esta receta? Espero vuestros comentarios con deslactosada ilusión.

Esta receta está dedicada a mi querida Gracielíssima, güejareña de raíces. Y su Bello Marido. Biutis, que sois unos biutis. O deseo lo mejor en esta etapa que os viene. 

¡Feliz entrada de verano!  

2 comentarios:

  1. Buena pinta mnnnnn. Ya te comentare como me sale Gracias

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    1. Seguro que te ha salido genial. Además con este calor solo apetece comer cosas fresquitas.

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